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Datos gubernamentales señalan que este 2025 en España las cifras de tabaquismo han mantenido su tendencia a la baja. Esta es una buena noticia, pues están comprobados los efectos dañinos a la salud que causa este hábito. Las cifras señalan que un 16.6% de la población de 15 años o más son fumadores diarios, mientras que el 36.8% ha fumado en el último año. En el grupo de 14 a 18 años, se registran mínimos históricos en el consumo, con un 15.5% que ha fumado en los últimos 30 días.

Aunque todo el organismo sufre por el consumo de tabaco, la cavidad oral puede padecer de varios problemas. Estos van desde males estéticos hasta enfermedades graves y/o mortales. Las patologías son diversas y dejar de fumar es clave para prevenirlas.

Consecuencias perjudiciales del tabaco en la boca

Foto: Pexels.com

Decoloración y manchas dentales. El alquitrán y la nicotina, componentes básicos de los cigarrillos, se adhieren al esmalte dental. Estas sustancias crean manchas amarillentas o marrones en los dientes que son difíciles de eliminar con la higiene habitual.

Mal aliento. La halitosis es una consecuencia inmediata del tabsquismo. El olor característico del cigarrillo penetra la cavidad bucal. Adicionalmente, los cambios en el ambiente de la boca favorecen que proliferen bacterias que generan mal olor.

Alteraciones en los sentidos del olfato y gusto. Fumar puede deteriorar la capacidad de percibir sabores y olores correctamente.

Sequedad bucal y caries. El tabaquismo contribuye a que se reduzca la producción de saliva (xerostomía). Si hay poca saliva los alimentos se atascan, proliferan bacterias y, por consiguiente, el desarrollo de caries.

Enfermedades graves

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Retrasos el proceso de cicatrización. El tabaco dificulta los procesos de curación en la boca. Esta situación complica la recuperación después de extracciones dentales, cirugías orales o la colocación de implantes.

Queratosis del fumador. Este padecimiento se caracteriza por la aparición de lesiones blancas precancerosas en los tejidos blandos de la boca (lengua, encías, paladar). Es algo grave, pero en ciertos casos desaparecen si se deja de fumar.

Enfermedad periodontal. Fumar incrementa el riesgo de desarrollar gingivitis y periodontitis (inflamación e infección de las encías). La nicotina provoca una disminución del flujo sanguíneo en las encías, lo que enmascara los síntomas tempranos como el sangrado. Esta situación dificulta la detección precoz de la enfermedad. La periodontitis avanzada puede llevar a la pérdida de hueso y, finalmente, a la caída de los dientes.

Cáncer oral. Es una de las consecuencias más graves del tabaquismo en la cavidad oral. El tabaco es un factor de riesgo principal, y se estima que 8 de cada 10 pacientes con cáncer oral son fumadores. El riesgo aumenta significativamente con la cantidad y duración del consumo.

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