El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que aclara el tono del esmalte dental. Mediante este proceso se eliminan manchas o decoloraciones causadas por café, vino, tabaco, medicamentos o el paso del tiempo. A diferencia de los productos caseros o de farmacia, el tratamiento profesional se realiza bajo supervisión odontológica y con productos seguros y eficaces.
Por ejemplo, el la Clínica Dental Marien Morata Roig, en Valencia, usan técnicas de última generación con luz LED y geles blanqueadores que permiten resultados visibles en pocas sesiones, sin comprometer la salud del esmalte dental. Pero, para que el tratamiento sea óptimo y sus resultados se prolonguen es necesario seguir ciertas recomendaciones.
Medidas a tomar durante las primeras 48 horas
Durante las primeras 48 horas luego de someterse a un blanqueamiento los dientes son más vulnerables a las manchas. Esto ocurre porque los agentes blanqueadores abren los poros del esmalte. Es por ello que se recomienda seguir una “dieta blanca”. Este régimen alimenticio consiste en ingerir comidas y bebidas de color claro o neutro.

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Alimentos que pueden consumirse en la dieta blanca. En esta lista se hallan: pescado blanco, pollo, arroz blanco, pan blanco, pasta con salsas blancas, papas cocidas (sin cáscara), claras de huevo, productos lácteos, manzanas sin piel y plátanos.
También, hay alimentos que están prohibidos. Los alimentos de colores fuertes no deberían consumirse. Entre ellos están: arándanos, fresas, tomate, remolacha, chocolate negro, legumbres oscuras, salsas de soja, kétchup y curry.
Las bebidas que se permiten en la dieta son pocas. Leche, agua e infusiones transparentes.
Es fundamental evitar la ingesta de bebidas oscuras o ácidas. Se prohíbe el café, vino tinto, té negro, refrescos de cola y zumos de frutas de colores intensos.
¡Cuidado con los hábitos!
Si el paciente es fumador deberá evitar por completo el consumo de cigarrillos. El tabaco y sus derivados pueden manchar gravemente los dientes recién blanqueados. Considerar abandonar este hábito es lo mejor para la los dientes y la salud en general.
Ser precavido con la higiene oral. Se recomienda evitar cepillarse los dientes inmediatamente después del tratamiento (esperar al menos unas horas). Después, usar un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental no abrasiva (preferiblemente blanca).

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Recomendaciones a largo plazo
Continuar con la dieta blanca. Lo ideal es prolongar el régimen durante 4 o 5 días, aunque las primeras 48 horas son las más críticas.
Evitar alimentos y bebidas ácidas. Las bebidas y comidas muy ácidas pueden erosionar el esmalte y elevar el riesgo de sufrir sensibilidad dental.
Una correcta higiene oral. Mantener una rutina de cepillado después de cada comida y usar hilo dental para prevenir la acumulación de placa, bacterias y sarro.
Tras un blanqueamiento dental es común experimentar cierta sensibilidad temporal. Se pueden usar pastas desensibilizantes o enjuagues bucales con flúor según la recomendación del odontólogo.
Visitar al dentista. Es importante acudir a revisiones y limpiezas profesionales regularmente. Estar en control con un especialista ayuda a mantener los resultados del blanqueamiento a largo plazo.
