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Aunque existen diversas estadísticas, según datos del Libro Blanco de 2023 (texto en el que se analiza la salud bucodental en España), un 23% de la población padece bruxismo. Estas cifras suelen dispararse cuando los ciudadanos son sometidos a condiciones estresantes. Pero, ¿en qué consiste esta patología? y ¿Cómo afecta a la dentadura?

Al hábito inconsciente de rechinar los dientes o apretar la mandíbula muy fuerte se le denomina bruxismo. Esta costumbre involuntaria puede ocurrir de día o de noche durante el sueño. A menudo, pasa de forma desapercibida y sus consecuencias resultan perjudiciales para los dientes y la salud en general.

Causas multifactoriales

Son muchos los factores que pueden ocasionar el bruxismo. Entre las más usuales están la ansiedad y el estrés. La tensión diaria acumulada puede reflejarse de esa manera.

El estado emocional y psicológico de una persona también puede detonar el mal hábito. Si se sufre desánimo, insomnio, angustia o un cuadro depresivo presentar la patología es más factible.

Fisiológicamente hay condiciones que podrían contribuir al bruxismo. Cuando existen alteraciones de la mordida o maloclusión es más fácil caer en el hábito. Una incorrecta alineación de los dientes favorece el padecimiento.

El bruxismo nocturno es el más común. Es por ello, que padecer trastornos del sueño se halla entre las causas. Por ejemplo, la apnea está muy asociada a la patología.

Si la condición se presenta existen hábitos en el estilo de vida que la intensificarán. Por ejemplo, un consumo excesivo de alcohol, tabaco y cafeína.

Foto: Pexels.com

Consecuencias dentales

Las consecuencias del bruxismo en la dentadura pueden ser muy marcadas. Todo dependerá de la intensidad del padecimiento. La fuerza excesiva que se ejerce sobra la mandíbula y los dientes provocará diversos daños.

El desgaste dental es la consecuencia más evidente. Las superficies masticatorias de los dientes se aplanan y aparece la sensibilidad. También, pueden ocurrir fracturas y astillamientos que afectarán tanto a las piezas dentales como a las restauraciones (empastes, coronas). En casos severos y no tratados, la presión constante puede aflojar los dientes y perderlos.

Otra repercusión es el dolor muscular y articular. Los pacientes presentan dolores en los músculos de la cara y la mandíbula, rigidez y dificultad para abrir la boca (trastornos de la articulación temporomandibular – ATM). Igualmente, es frecuente las cefaleas tensionales en las sienes o la nuca. En algunos casos se manifiestan vértigos, pérdida del equilibrio, mareos o ruidos en los oídos.

Soluciones

Tratar el bruxismo suele requerir un enfoque personalizado y multidisciplinario. Entre las soluciones para el padecimiento se hallan técnicas de relajación para reducir el estrés, modificar hábitos de vida, medicamentos para el dolor, higiene del sueño y fisioterapia para relajar los músculos de la mandíbula.

Odontológicamente, el especialista tratará las consecuencias visibles. A menudo, se indica al paciente el uso de férulas oclusales para proteger los dientes. Sin embargo, se requerirá del diagnóstico del especialista para reparar los daños. En la Clínica Dental Marien Morata Roig, ubicada en Valencia, ofrecen un plan de tratamiento personalizado para diversos problemas odontológicos con solo reservar una cita.

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