Llegó la temporada navideña y para muchos implica más tiempo libre. Esto suele traducirse en pasar largos periodos frente a las pantallas. Ya sea para enviar felicitaciones o conectarse a las redes sociales, las horas de uso de los ‘smartphones’ se disparan.
El portal especializado Gacetadental.com publicó una entrevista con el doctor Pérez Varela, director médico de la clínica dental MAEX Pérez Varela. El galeno de Santiago de Compostela hizo un llamado a usar responsablemente las pantallas. Pérez advirtió que el efecto negativo de abusar del móvil no solo se traduce en la vista, el cuello o en la espalda, sino también en la mordida y la mandíbula.
Inclinar la cabeza para mirar el móvil durante largo tiempo afecta la mordida. El especialista en ortodoncia explicó que estudios revelan que cuando se inclina demasiado la cabeza se producen micro-movimientos con la mandíbula. Cuando esto ocurre “los dientes ‘tocan’ antes en zonas diferentes (a veces delante, a veces atrás), aunque el número total de contactos no cambie mucho”.

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Igualmente, adoptar una mala postura por largo tiempo hace que se activen mucho más los músculos de la masticación y del cuello. Esta actividad suele crear cansancio y que la mandíbula se tense, señaló el ortodoncista. “La postura del móvil no es la única causa de maloclusión, pero sí puede favorecer molestias, tensión muscular y un mal reparto de fuerzas, sobre todo si la mordida ya era inestable o en niños y adolescentes en crecimiento”.
El bruxismo de vigilia y las pantallas
Usar el móvil de manera excesiva también se ha vinculado al incremento en los casos de bruxismo de vigilia. La misma consiste en tener la costumbre de “apretar los dientes durante el día, ya sea de forma consciente o inconsciente”, explicó Pérez Varela. Esto se debe a la relación de las pantallas con la concentración y estrés. Estos factores mencionados se asocian al bruxismo de vigilia.
Además, un exceso en el empleo de dispositivos electrónicos suele afectar la calidad del sueño, lo que “repercute directamente en la relajación de la musculatura mandibular nocturna”, aseguró Pérez Varela. Sin embargo, dijo que “más tiempo de pantalla en Navidad no significa seguro bruxismo, pero sí más riesgo, sobre todo cuando se combina con estrés, falta de descanso y ausencia de pausas”, advirtió el especialista.
